QUIÉNES SOMOS
Acerca de Kinoki
El proyecto “Kinoki, Foro Cultural Independiente”, surgió como una necesidad. No fue resultado de una tarea escolar para hacer un negocio, no surgió como resultado de políticas públicas culturales enfocadas al cine que hasta ese momento nunca habían tenido lugar en la región ni en las agendas, surgió a partir de la demanda de muchas personas que buscaban un espacio donde ver y hablar el cine. Un pequeño proyector, dos bocinas y una habitación de 4 x 4 fue su primera sala. Una litera era la gayola, sillas playeras eran la primera fila y un viejo sillón era el palco.
CINEMA KINOKI
RESTAURANTE
CINEMA KINOKI
CONFERENCIAS, CINE DEBATES, PRESENTACIONES DE LIBROS, EXPOSICIONES
SALA PRIVADA DE CINE
SALÓN DE TÉ
TERRAZA
TEATRO, CINE, DANZA, MÚSICA EN VIVO
De a poco ha ido creciendo, superando escollos, construyendo una comunidad. Desde un principio se ha enfocado en el cine documental, el cine de autor y un espacio abierto para las aventuras audiovisuales de las y los realizadores locales, en particular aquellos proyectos surgidos desde y para los pueblos originarios de la región. Por derivación natural de todo lo anterior tenemos un énfasis muy claro en el cine mexicano.
El espacio de proyección no se reduce a las dos salas que tenemos en la sede, sino que desde hace muchos años tiene también una versión más amplia, que llamamos el Cine Móvil de Kinoki, con el que recorremos comunidades y barrios del estado basados en alianzas con organizaciones y pueblos. Hemos recorrido desde la costa hasta las altas montañas, a partir de ejercicios participativos de selección y proyección. El Cine Móvil ha estado ahí luego de grandes desastres como temblores e inundaciones, y también ha sido ocasión para construir puentes entre grupos enfrentados. Cine Móvil Kinoki ha construido un circuito de exhibición muy amplio, con más alcance que cualquier otro proyecto de exhibición previo en la región.
Un factor muy importante en el perfil de Kinoki es concebir la exhibición cinematográfica como un diálogo, como un encuentro, nuestras salas suelen convertirse en asambleas donde se discuten tanto aspectos estéticos, técnicos, narrativos, pero también sociales, políticos y ambientales. Cada película es un placer y al mismo tiempo una oportunidad para escuchar la palabra del público respecto al ejercicio de derechos, el acceso a oportunidades y la buena vida. Mediados por el cariño y el respeto, todos los debates que se arman tras la proyección se convierten en fuente de intercambio de saberes, de experiencias y de sentimientos. Eso que en otras latitudes se llama “formación de públicos”, nosotres lo entendemos como una forma de construir comunidad.
Esa comunidad construida con base en la escucha y el intercambio de saberes y querencias es la que nos permitió salir adelante el año pasado. El apoyo de realizadores, productores, promotores y público activo se notó cada semana, cada día de un año que parecía ser el último de este proyecto.
A esa comunidad nos debemos, esa comunidad es la que abre las puertas cada día, una comunidad que hace cine detrás de la cámara y delante de la pantalla por igual. Aquí estamos, aquí seguimos todes ustedes haciendo el cine que nos gusta.
Vinculación
Celebramos colaboraciones con universidades, instituciones, organizaciones y/o independientes para desarrollar actividades junto con sus integrantes apoyándoles con contenidos, resolviendo sus necesidades técnicas y logísticas del espacio.
Foro
Da cabida a diferentes expresiones artísticas.
Resuelve las necesidades técnicas y logísticas.
Asociación con organizaciones de la sociedad civil.
El foro está abierto a toda propuesta de individuos, organizaciones y/o instituciones (ejem. Derechos humanos, ambientales, de salud, de arte).
Sede:
- Festivales de locales, nacionales e internacionales
- Exposiciones fotografía y pintura
- Eventos literarios
- Conciertos
- Danza
- Premiers de películas y documentales
- Cine-debate
- Espacio permanente de documentales
Comunidad
La clave éxito de Kinoki está en la asociación, en la conformación y confluencia de una red de enriquecimiento social y cultural. Esta red, que se ha tejido mayoritariamente de la sociedad civil, depende primordialmente de la colaboración personal y los lazos de cooperación de actores sociales que, desde distintas trincheras, apuntan y alimentan al bienestar común.
Recibimos a personas con diferentes ideologías, muchas veces opuestas, y fomentamos el análisis, rePexión y debate siempre con respeto y priorizando el intercambio de ideas.
Por todo lo anterior, la construcción de comunidad es y seguirá siendo un objetivo primordial en nuestro trabajo, para mantener nuestra práctica diaria de autonomía y la libertad de expresión.
EL CINE EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
CONTEXTO DEL CINE
Las primeras funciones fueron patrocinadas por las compañías extractoras de chicle, como una forma de divertir a sus empleados. Más adelante, a principios del siglo XX, esas exhibiciones se hicieron para el público en general, musicalizadas con marimbas en la zona de la iglesia del Carmen.
De ahí un brinco a las exhibiciones en el teatro Zebadúa, donde el joven Vicente Kramsky era el proyectorista, que además era encargado de dibujar los carteles. Más tarde el teatro Zebadúa se convertiría en el Cine Las Casas.
Poco después abriría el Cine Variedades. Los dos recibieron la prosperidad que trajo la época de oro del cine mexicano y años después también la decadencia del cine de cheras. Ese fue su tiempo.
La UNACH inició su cineclub en el museo de Santo Domingo, donde el público sancristobalense pudo apreciar a los clásicos del cine internacional, con películas proporcionadas por la Filmoteca de la UNAM.
En la década de los 80 abrieron los cinemas Santa Clara, dos salas de cine con equipamiento de punta para su tiempo y un diferente tipo de programación, cine internacional y de autor.
Poco después aparecieron los videoclubs, primero Videocentro y poco después Video San Francisco, que abrieron nuevas posibilidades a los espectadores y redujeron el tiempo de vida de los Cinemas, que no alcanzarían a cumplir los veinte años.
A inicios del nuevo milenio, los Cinemas Santa Clara funcionaban esporádicamente, con el requisito de una audiencia mínima (15 personas) para poder proyectar una película. La fórmula funcionó un par de años y al final tuvieron que cerrar definitivamente.
INICIOS KINOKI
Fue en este periodo cuando aparecieron los cineclubs, de la mano de jóvenes entusiastas. La Ventana, Kinoki y El Puente, además de intentos más efímeros como el Cine Club de Ecosur y el Cine al aire libre del barrio de El Cerrillo. También se reeditó el Cineclub de la UNACH, esta vez en las instalaciones del Bar Revolución.
Todos ellos orientados a la proyección de cine de autor o como les gusta llamarlo “cine no comercial”.
De todos estos proyectos, el único que logró sostenerse fue Kinoki.
PRESENTE
Pasado 2005 abrió sus salas Cinépolis, el concepto multisalas acercó a mucha gente al cine, quienes pudieron ver en estreno simultáneo con el resto del mundo títulos como Star Wars la amenaza fantasma, Tomb Rider, Harry Potter y varios más.
La llegada de las multisalas sumada al crecimiento de la oferta audiovisual tanto en internet como en la venta callejera, motivó el cierre de los videoclubs, primero Videocentro y varios años más tarde Video San Francisco.
Ya entrada la segunda década del nuevo milenio, tienen su apogeo los festivales, encabezados por el Frestival Ambulante y “coronados” por El Festival Internacional de Cine de San Cristóbal. Varios de estos festivales tuvieron el buen tino de involucrar tanto a Cinépolis como a algunos cineclubes, suavizando la diferencia y contribuyendo al crecimiento de los públicos de ambos.
Con los servicios de streaming que han liberado varias compañías (NetPix, Claro Video, etcétera) se avizora un nuevo cambio en las prácticas de consumo cinematográco, pero sus efectos en las salas de cine aún está por verse.
Años operando todos los días
eventos literarios
proyecciones
espectadores
exposiciones: danza, pintura, foto
Construir comunidad
RED. CONFLUENCIA. INTERACCIÓN PERSONAL.