Dos hombres y un armario es un cortometraje de Roman Polanski en el que un par de hombres salen del mar cargando un enorme mueble para adentrarse en la ciudad, la situación además de ser incómoda produce una y otra vez el rechazo de la gente, sin embargo ellos parecen no poder soltar ni apartarse del estorboso ropero. “Todos cargamos con uno o más armarios, piensen en los suyos” dijo un profesor de guionismo para que posteriormente inventáramos un rasgo estigmatizable que construyera a nuestros personajes. “Ser mujer” respondí enseguida. Estuve a punto de autocensurar mi idea por creer que exageraba cuando me di cuenta de lo desgarradoramente sencillo que era justificarla. Habitar el espacio público, el privado, y el propio cuerpo son experiencias en las que ser mujer condiciona, estorba y amenaza.

La disyuntiva entre obedecer y desobedecer aparece como una encrucijada cuando se trata de las normas de género. El margen de error es casi invisible, los intentos por extender las posibilidades de lo que podría significar ser mujer han despertado una violencia mayor en la sociedad. Por otro lado, desempeñar al pie de la letra las demandas del género implica autoviolentarse y encarnar un sinfín de contradicciones inabarcables por una sola persona.

La culpa, que desde nuestra génesis quiere digerir todo por nosotras, aparece cuando a pesar de lo anterior nos permitimos disfrutar y jugar con lo femenino. El ocho de marzo supone una crisis para tantas mujeres porque intentamos dar un lugar justo a la rabia que sentimos, y al mismo tiempo a la alegría de sabernos acompañadas. Estamos juntas en la reelaboración de nociones tan arraigadas a la idea de nuestro sexo como lo son el cuidado, la belleza, el amor y la amistad; juntas también reapropiándonos de otras nociones como el poder y el enojo. Contar y escuchar historias hechas por mujeres y sobre mujeres nos permite abonar a tal resignificación; quizás no logremos revertir una situación pero sólo al mirarnos podemos reconocer e integrar las singularidades y matices de cada experiencia y de cada lucha.