Con cuánta facilidad esquivamos en nuestros relatos cualquier atisbo contradictorio. Omitir o renegar, mostrar polos irreconciliables sin que se nos olvide autoproclamarnos adeptos a uno de ellos. Pienso en lo sencillo que pudo haber sido para Daniela Alatorre seguir aquellos caminos teniendo frente a ella un escenario como el que nos entrega en Retiro, un documental que alumbra la potencia de los lazos intínsecos en las tensiones. 

El documental explora por un lado la relación entre tres mujeres: la abuela, la madre y la hija. Una tierna triada de segundas madres y hermanas en la que la alianza y el cuidado se sostienen desde distintas posturas, ambiciones y formas de ver la vida. “Yo tengo otras nuevas ideas de cómo es la vida y cómo puede ser” nos cuenta Perla con respecto a lo que mamá Marina le suele decir sobre el comportamiento que se espera de una mujer. Encontramos en las tres generaciones tres historias que le han apostado a su propia noción de lo femenino. 

Por otro lado las observamos encontrarse con cientos de mujeres en un retiro religioso. Las primeras imágenes del documental nos dejan ver la convivencia en los autobuses y en la llegada al  Santuario de Atotonilco; sentimos aquel particular entusiasmo de quienes dejan el hogar y la rutina para salir por unos días a donde sea; la locución y la escucha parecen correr en un tiempo distinto, uno más susceptible. 

En este escenario el documental me reveló una cara nueva o quizás olvidada de la ambigüedad, un inevitable contraste con la no sé qué tan frágil cultura de la cancelación y un feminismo que a veces parece dogmático. Escuchamos el discurso de un sacerdote invitando a las mujeres a enamorarse de la maternidad y aceptar el dolor que esta conlleva; contemplamos el rostro de las oyentes a quienes ya habíamos percibido ilusionadas por encontrarse. Tanto el conflicto como el lazo son innegables. He leído y escuchado demasiado sobre lo que debe y no debe ser la sororidad, en pocas ocasiones esta se plantea como en Retiro, es decir, retornando a los lugares en que sin ánimos de definirla se ha ido gestando.